Si vieron VIDAS ROBADAS, piensen que puede ser una JULIANA y si no la ven, estoy hablando de la trata de personas, terrible delito MUY DE MODA, piensen entonces q puede ser una hija, hermana, nieta, amiga...de cualquiera de Uds.Saludos a todos, Mabel
POR FAVOR SEAMOS SOLIDARIOS,ALGUIEN PUDO HABERLA VISTO.
KATY:TE ESTAMOS BUSCANDO, POR FAVOR SI ALGUIEN SABE ALGO DE ELLA QUE AVISE al siguiente mailrodriguez.celeste@hotmail.comCUALQUIER COSA PUEDE SER UTIL, ESTAMOS DESESPERADOS DESAPARECIO EL MIERCOLES 01/07/08 EN CAPITAL FEDERAL !! DESDE YA MUCHAS GRACIAS.
Este blog esta destinado a aquellas personas abiertas de cabeza , que les guste pensar y luego existir ..... Este lugar tendra ,segun las personas que lo visiten, bastantes notas en la cual usted pueda opinar y mejorar este espacio. Desde ya muchas gracias..... y espero vernos pronto
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viernes, 31 de octubre de 2008
martes, 21 de octubre de 2008
Una charla que hace vibrar el alma
Comparto una parte de la entrevista realizada a la vicepresidenta de "Abuelas de Plaza de Mayo"
C.A.: ¿Su nieta también fue secuestrada?
R.R.: Sí, ella fue secuestrada junto con sus padres, mi hija y mi yerno. Tenía en ese momento 15 meses. Pero a mi nieta nos la devolvieron a los pocos días. Imagínese lo que pudo haber pasado por la mente y el corazoncito de esa niña a la que despojaron de sus papas cuando aún no podía ni hablar. Sólo decía “Mamá” y “Papá”. Recuerdo como si fuese hoy, verla caminando por el living llamando a su mamá. (Silencio).
La tenencia de mi nieta se la dieron a los padres de mi yerno, pero yo la fui a visitar todos los lunes, martes, miércoles y viernes de cada semana, desde el mismo día que ella llegó a la casa de sus otros abuelos. Jamás dejé de ir ni un solo día. Lo único que me quedaba era mi nieta. Imagínese que no estaba dispuesta a perder nada más. Ella era muy chiquita y había que enseñarle, había que educarla. Quizás no debería decir esto, pero los otros abuelos eran personas un poco ignorantes, pero yo no dejé de estar con ella ni un solo momento. Cada día que iba le llevaba un librito de cuentos que le leía y así es que ella se convirtió en una gran lectora. La persona que lee mucho, habla bien y escribe bien. Hoy está recibida de licenciada en Ciencias Políticas y escribe, es dramaturga. Justamente ahora en el mes de octubre hay una obra de ella en el tetro Payró, todos los domingos a las 19.30hs. (Sonríe) Así que si quiere ir a verla, seguramente le va a gustar mucho.
C.A. (también sonrío y le pregunto): ¿Su nieta trabajó aquí en “Abuelas”, también?
R.R.: Sí, sí, hasta hace unos años ella trabajó aquí. Cuando recuperamos a mi nieto, ella estaba aquí. Recibimos dos llamadas telefónicas anónimas, donde nos sabían de un caso de un chico nacido en noviembre de 1978, que era hijo de una avanzada estudiante de medicina, por lo tanto todo parecía indicar que se trataba de mi nieto. Mi nieta recibió una de esas llamadas y, a pesar de que la conducta de abuelas es de mucha cautela, nosotras trabajamos con mucha discreción, porque no queremos lastimar a nuestros nietos, ella mi nieta, con el impulso que le da la juventud, salió corriendo a buscar a su hermano. Se encontró con él, porque la persona que hizo la denuncia dio todos los datos, el nombre del chico, la dirección donde trabajaba. Y ella se fue a al lugar donde trabajaba, ella dijo que quería espiar nada más. Pero cuando llegó allá, como es un negocio que atiende al público, un empleado se acercó y le preguntó que quería, ella le preguntó si ahí trabajaba un muchacho que se llamaba Guillermo y el empleado le dijo: “Sí, vení Guille, acá te buscan”. Ella se encontró cara a cara, con el que podía ser su hermano y no pudo evitar explicarle todo. Para él fue toda una sorpresa. Esa misma tarde estuvo en la casa de las abuelas para que se le saque sangre y se hicieran las pruebas de filiación. Sí, todo eso ocurrió cuando mi nieta aún trabajaba aquí. Pero hoy su vida tomó otros rumbos. Tampoco es que nosotras pretendíamos ponerle un pañuelo blanco en la cabeza y tenerla aquí para siempre, como si fuera una abuela más. Ella tomó vuelo propio y está muy bien. Yo eso lo entiendo y me parece bien.
C.A.: ¿Su nieta también fue secuestrada?
R.R.: Sí, ella fue secuestrada junto con sus padres, mi hija y mi yerno. Tenía en ese momento 15 meses. Pero a mi nieta nos la devolvieron a los pocos días. Imagínese lo que pudo haber pasado por la mente y el corazoncito de esa niña a la que despojaron de sus papas cuando aún no podía ni hablar. Sólo decía “Mamá” y “Papá”. Recuerdo como si fuese hoy, verla caminando por el living llamando a su mamá. (Silencio).
La tenencia de mi nieta se la dieron a los padres de mi yerno, pero yo la fui a visitar todos los lunes, martes, miércoles y viernes de cada semana, desde el mismo día que ella llegó a la casa de sus otros abuelos. Jamás dejé de ir ni un solo día. Lo único que me quedaba era mi nieta. Imagínese que no estaba dispuesta a perder nada más. Ella era muy chiquita y había que enseñarle, había que educarla. Quizás no debería decir esto, pero los otros abuelos eran personas un poco ignorantes, pero yo no dejé de estar con ella ni un solo momento. Cada día que iba le llevaba un librito de cuentos que le leía y así es que ella se convirtió en una gran lectora. La persona que lee mucho, habla bien y escribe bien. Hoy está recibida de licenciada en Ciencias Políticas y escribe, es dramaturga. Justamente ahora en el mes de octubre hay una obra de ella en el tetro Payró, todos los domingos a las 19.30hs. (Sonríe) Así que si quiere ir a verla, seguramente le va a gustar mucho.
C.A. (también sonrío y le pregunto): ¿Su nieta trabajó aquí en “Abuelas”, también?
R.R.: Sí, sí, hasta hace unos años ella trabajó aquí. Cuando recuperamos a mi nieto, ella estaba aquí. Recibimos dos llamadas telefónicas anónimas, donde nos sabían de un caso de un chico nacido en noviembre de 1978, que era hijo de una avanzada estudiante de medicina, por lo tanto todo parecía indicar que se trataba de mi nieto. Mi nieta recibió una de esas llamadas y, a pesar de que la conducta de abuelas es de mucha cautela, nosotras trabajamos con mucha discreción, porque no queremos lastimar a nuestros nietos, ella mi nieta, con el impulso que le da la juventud, salió corriendo a buscar a su hermano. Se encontró con él, porque la persona que hizo la denuncia dio todos los datos, el nombre del chico, la dirección donde trabajaba. Y ella se fue a al lugar donde trabajaba, ella dijo que quería espiar nada más. Pero cuando llegó allá, como es un negocio que atiende al público, un empleado se acercó y le preguntó que quería, ella le preguntó si ahí trabajaba un muchacho que se llamaba Guillermo y el empleado le dijo: “Sí, vení Guille, acá te buscan”. Ella se encontró cara a cara, con el que podía ser su hermano y no pudo evitar explicarle todo. Para él fue toda una sorpresa. Esa misma tarde estuvo en la casa de las abuelas para que se le saque sangre y se hicieran las pruebas de filiación. Sí, todo eso ocurrió cuando mi nieta aún trabajaba aquí. Pero hoy su vida tomó otros rumbos. Tampoco es que nosotras pretendíamos ponerle un pañuelo blanco en la cabeza y tenerla aquí para siempre, como si fuera una abuela más. Ella tomó vuelo propio y está muy bien. Yo eso lo entiendo y me parece bien.
domingo, 12 de octubre de 2008
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