fue un éxito el trasplante

“Los órganos funcionan correctamente. El equipo quirúrgico trabajó durante cinco horas para retirar los órganos enfermos e implantar los órganos donados. Hay que esperar 72 horas, que son clave”, informó uno de los médicos que participó del operativo que encabezó el médico Claudio Burgos. Según explicó el especialista, “en el medio pueden ocurrir todas las complicaciones habituales”. “Momentáneamente es importante que sepan que está estable, con una muy buena respuesta a los órganos”, agregó el profesional. Nicolás no aceptó más preguntas de los periodistas acreditados en el lugar y se limitó a adelantar que el próximo parte médico será divulgado mañana, a las 11. Roberto Sánchez fue sometido ayer a un trasplante cardiopulmonar en el Hospital Italiano de Mendoza, tras la aparición de un donante, en el marco de un operativo que incluyó el traslado del cantante y de los órganos en aviones sanitarios desde la Ciudad de Buenos Aires.El traslado de Sandro a la provincia se produjo desde las 11, mientras el avión sanitario con los órganos partió del aeroparque metropolitano Jorge Newbery a las 15.55 y arribó al aeropuerto Francisco Gabrielli de Mendoza pasadas las 17.35.Más de 70 personas participaron del operativo que se inició a la madrugada, con la ablación del corazón y los pulmones que finalmente fueron donados al cantante. La operación mostrará el resultado de la intervención "en las primeras horas posteriores a la operación, que es cuando pueden aparecer el rechazo agudo o algún tipo de infección viral”, informaron desde el entorno médico del cantante.Según allegados al popular cantante, antes de entrar al quirófano, Sandro se encontraba consciente, de buen humor, aunque con dificultades en el habla.Además de Burgos, acompañaron a Sandro en este proceso el cardiólogo Sergio Perrone, discípulo de René Favaloro y Luis De la Fuente, y el clínico y neumonólogo Juan Antonio Mazzei, que lo atiende desde 1998, especificaron sus allegados.Sandro estuvo internado 8 meses el Instituto del Diagnóstico porteño por un efisema pulmonar grave y, para mejorar, necesitaba con urgencia un trasplante de corazón y pulmones